Vivimos en un mundo donde todos los aspectos de nuestra vida se sistematizan
cada vez más y más, por lo tanto, se hace necesario la estricta interrelación
con la red, y con nuestros computadores y las funciones que podemos llevar a
cabo dentro de ellas. Para esto, precisamente se utiliza el software: aquella
parte lógica e intangible de nuestro sistema que satisface una necesidad.
Entonces, la calidad del software se puede definir como una evaluación ardua y completa que considera aspectos básicos e importantes de las aplicaciones digitales que nos ayudan a cumplir una tarea cotidiana, especifica o necesaria desde nuestro ordenador.
Para definir y evaluar la calidad de un software tenemos que tener en cuenta, algunos aspectos importantes y determinantes a la hora de tomar una decisión.
Entonces, la calidad del software se puede definir como una evaluación ardua y completa que considera aspectos básicos e importantes de las aplicaciones digitales que nos ayudan a cumplir una tarea cotidiana, especifica o necesaria desde nuestro ordenador.
Para definir y evaluar la calidad de un software tenemos que tener en cuenta, algunos aspectos importantes y determinantes a la hora de tomar una decisión.
Exactitud: La manera con la que el
software realiza actividades de manera correcta. Si una acción se realiza con
exactitud, esto quiere decir que carece de error o ineficiencia.
Robustez: Se evalúa a partir de la
capacidad del software para reaccionar a situaciones ajenas a su
funcionamiento.
Extensibilidad: Define si el código
utilizado se puede extender para alcanzar más necesidades, mientras más
adaptación del software más extensibilidad.
Reutilización: Se analiza el código para
saber si en una ocasión futura, este puedo ser utilizado para otros fines,
aporta a la productividad de este.
Compatibilidad: Mientras en más Sistemas
Operativos el software se use, mayor será su compatibilidad.
Eficiencia: Responde a la manera en como
el software cumpla su trabajo, ejemplo:
Las validaciones que contiene
La rapidez del sistema
El espacio de memoria que requiere, entre
otros aspectos.
Portabilidad: Capacidad del software de transferir
sus actividades a nuevos ambientes.
Fácil de usar: Evalúa la complejidad del
sistema directamente interactuando con el usuario. Fácil interfaz con personas
de distinto conocimiento.
Funcionalidad: Simplemente se verifica que
el software cumpla con sus propósitos de manera correcta.
Puntualidad: Si el software cumplió con su
trabajo en tiempo y forma.
Ahora, representado en un esquema se
encuentra todos los aspectos para la evaluación correcta del software,
incluidos los ya definidos.
Conseguir software de calidad es algo muy
complejo que implica no sólo una alta calificación de los profesionales
encargados del desarrollo, sino de la existencia de procesos en la empresa que
realiza el software encargados de una gestión integral de la calidad, desde la
concepción del producto hasta el mantenimiento del mismo.
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